Originalmente los talleres del FCS estuvieron radicados en Barracas al Sud y luego fueron trasladados a la estación Sola, donde funcionaron durante más de quince años, pero pronto se vio desbordada su capacidad ante el desafío de afrontar el crecimiento de la línea.

En Sola, donde trabajaban ya más de mil operarios, no se disponía del terreno suficiente para emprender la expansión indispensable ante el aumento constante de locomotoras, coches y vagones. Es entonces cuando la dirección de la empresa comienza a estudiar la factibilidad de instalar nuevos y más modernos talleres en algún punto de la línea.

Los estudios efectuados arrojaron como resultado la elección de terrenos adecuados para tamaña construcción en el kilómetro once de la vía principal entre Lanús y Banfield.

A tal fin se encara la compra de ese predio de casi 1.300.000 m2, ubicado a ambos lados de las vías principales. Ya corría el año 1899 cuando se presentan para su aprobación los planos y descripción de las obras, cuya piedra fundamental fue colocada el 5 de julio de 1899. Estas incluían la construcción de dos nuevas vías principales adicionales para trenes de pasajeros, entre los kilómetros 9,250 y 12,004, al oeste de la anterior vía principal, que quedaría destinada para los de carga. Aún sin existir una fecha exacta de inauguración, los por entonces conocidos como “Talleres Banfield” fueron habilitándose paulatinamente, y durante algunos años, a partir de 1900, como reza la inscripción en la fachada de su edificio principal, mientras que las nuevas vías de pasajeros fueron libradas al tráfico en octubre de 1901.

Para el uso exclusivo del personal se proyectó una plataforma de 90 m de largo por diez de ancho que se comunicaba con la entrada de los Talleres por un puente sobre las vías. Esta parada fue denominada Talleres, aunque luego se la conoció como “Los Talleres” hasta el 21 de julio de 1923, cuando adopta su nombre actual de “Remedios de Escalada”.

Paralelamente a la puesta en funcionamiento de los talleres, la empresa encaró la construcción de un conjunto de casas para los jefes superiores y obreros, destinadas a maquinistas, fogoneros, limpiadores y demás personal del departamento de tracción, que incluía una plaza de recreo y la formación de un club para el personal.

Las viviendas que constituían el barrio eran destinadas a maquinistas, fogoneros, limpiadores y demás personal del departamento de tracción. El promedio de trabajadores en los talleres Escalada en la década del 20 fue de 2.700 y allí el F.C Sud fabricó todos sus coches de pasajeros, además de las piezas necesarias para la reparación y armado de locomotoras, salvo calderas y grandes elementos de hierro fundido.

La autorización para su construcción de la Colonia Ferroviaria de Remedios de Escalada fue concedida en agosto de 1900 y el barrio se constituyó de la siguiente forma:Placa en la entrada.

• Casas para los jefes de tracción y talleres.

• Una casa para el auxiliar del jefe de tracción y talleres.

• Dos casas para los encargados de los talleres.

• Dos casas para los inspectores de locomotoras.

Una colonia para obreros compuesta de:

• Diez casas de primera con un alquiler de 30 pesos m/n

• Diez casas de segunda con un alquiler de 20 pesos m/n

• Treinta y dos casas de tercera con un alquiler de 16 pesos m/n, provistas de dos piezas y cocina.

• Una barraca para trabajadores solteros.

Para fines de la década del ´40, los “Talleres” de Escalada se habían convertido en verdaderas fábricas: se agrandaron sus fundiciones y herrerías y se crearon secciones dedicadas con exclusividad a restaurar elementos usados o deteriorados; motivo por el cual en los talleres se fabricaban todo tipo de repuestos para locomotoras y coches de excelente calidad. En el taller se fundían, rellenaban y estampaban aros, pistones, camisas, bridas y gran variedad de repuestos.

GALERIA DE IMAGENES

Los comentarios están cerrados, pero los trackbacks y los pingbacks están abiertos.